18.2.10

4 meses.

Todo es nuevo, sin embargo, no me siento perdida.
Un buen presagio.
Vamos por el buen camino.

16.2.10

Vaivén.

Te espero en los reflejos.

Vas y vienes,
no te das cuenta.



Lo que dura una mirada furtiva.

Enamorados,
por una fracción de segundo.



Finges ser una presa fácil.

Te sientas y esperas,
bajas la guardia.



Esperando a que pase algo.

Y sigues igual,
yendo y viniendo,




vaivén

13.2.10

Pies fríos.

Caminaba por casa descalza.
Le gustaba sentir las frías y lisas baldosas bajo sus pies.

Encima de su pequeño cuerpo de pálida piel, una camisa vieja varias tallas más grande que alguien, había olvidado quién, se había dejado en su casa tiempo atrás, en una de aquellas lejanas noches entre sábanas.

Andaba por los pasillos de blancas paredes, sola, en silencio, con la tranquilidad de quien sabe que tiene todo el tiempo que quiera por delante.

A veces, dejaba que sus dedos rozaran las paredes, también frías.
Y sonreía, recordando un pasado que ya no recordaba.

A veces se quedaba quieta en el mismo sitio, dejando que poco a poco sus pies desnudos dejasen de sentir el frío. Luego de cambiaba de sitio y vuelta a empezar.

En invierno ella siempre tenía los pies fríos.

3.2.10

Estupideces.

Mientras los demás se pelean por un trocito de cielo,
yo prefiero quedarme aquí, en la tierra.

2.2.10

Princesa.

Recuerdo los viejos cuentos de princesas y como quería ser una de ellas.

Pero todo era muy distinto, recuerdo las calles mojadas, la violencia y las prostitutas. Vivía entre la mierda y así me llegué a sentir yo.

Quizás toda esta situación me llevó a ser una soñadora. En vez de hundirme y resignarme me dediqué a soñar nuevas vidas.

No eran vidas de lujos ni abundancia, eran sueños en los que no sentía nunca dolor alguno, donde la ausencia de afecto no me ahogaba ni me hundía en la miseria, soñaba que podía arreglar las cosas.