Joven.

La lluvia limpia y hace que se vean las estrellas en este cielo gris que cubre la ciudad.

Nevará sobre mi cuerpo y mi sangre se helará.
El agua cristalizará, moriré con diamantes al caer la noche.

La noria seguirá girando, sola, vacía, bajo las estrellas que la observaron dieciocho inviernos.

Alma cansada.

El hombre que leía los árboles.

Siempre iba al colegio a pie, mañana tras mañana. Un día me llamó la atención un hombre que estaba de pie frente un árbol y ahí parado se limitaba a mirarlo. Al pasar por su lado alargué la cabeza, esperando conseguir ver lo mismo que él miraba absorto, pero no había nada extraño en aquel tronco. No le di más importancia, gente perturbada ves casi cada día.

A la mañana siguiente le volví a ver, esta vez delante de otro de los árboles de esa calle. Me paré cerca de él, en el semáforo, le vi pasar los dedos por la corteza resquebrajada. Siempre igual, el hombre estaba ahí plantado en silencio, concentrado en su extraña actividad.

Un día mientras yo le observaba se giró y me dijo "los árboles tienen heridas, han sufrido, igual que nosotros", y se volvió hacia el tronco. El semáforo se puso en verde, dije un adiós entrecortado y crucé.

Pasaron los días, hasta que me armé de valor y le pregunté "¿Qué hace?", "Leo los árboles".
El semáforo estaba en verde, seguí mi camino.

Piensen con lo que quieran, pero háganlo.

¿Por qué pensamos con la cabeza?
¿Realmente pensamos EN la cabeza?
¿Es una sensación real o algo aprendido, algo que nos han inculcado toda la vida y hemos acabado creyendo?

¿Por qué no podemos pensar con un brazo, el corazón o el culo?
Bueno, estoy convencida y fijo que vosotros también, de que más de uno piensa con él, hasta nosotros mismos lo hemos hecho miles de veces.

Amén, señor Culo.

Feliz Coca Cola...digo, Navidad.

¡Feliz día del viejo gordito de la Coca Cola (aka Santa Claus, Papá Noel)!

Aunque según nuestra amiga Wikipedia, es sólo una leyenda urbana lo de que fue Coca Cola quien lo inventó tal y como lo conocemos...

Pégate un tiro.

¿Y que tal un poco de 'que os jodan a todos y a vuestra vida perfecta'?

(No me cojas para luego soltarme)

7 días de contradicciones.

Lunes - A

Martes - B

Miércoles - C

Jueves - B

Viernes - X

Sábado - AB

Domingo - descanso (que os den a todos)

Retrato de la Realidad.

Mío.
Tuyo.


Mío.

Tierra a la tierra.

Inspiro.

La humedad recorre mi entumecido cuerpo. Mis manos son ramas, inútiles. Heridas dónde estaban mis uñas, que ahora yacen clavadas en las paredes. Lucho por huir, escarbo en el frío. Hebras de sangre hilvanan mi cuerpo, me agarran y me encadenan. Híbrido entre vivo y muerto, intento aferrarme a la luz.

La tierra entra en mis pulmones. Ahogo. Me desgarra el esófago, me desgarro interiormente. Óxido. Hierro en mi boca, respiro sangre. El único resquicio de vida huye de mí a borbotones.

Impotente, no sudo ni lloro. Mi cuerpo no es mío. Soy un hereje de mí mismo.

Pronto me devorarán por dentro, lentamente, pero ya no sentiré dolor porqué ya no soy yo.

Ojos vidriosos y labios resquebrajados. Ya nada me importa, ya no recuerdo, ya no sé, ya no soy.

Me pudriré. Soledad. Cenizas a las cenizas, pasto de los gusanos y la muerte.

El hombre que cuando iba hacia...

Érase una vez, un hombre que caminaba del revés. Tenía la cara en la espalda y la nuca dónde suele ir la cara.

Cuando abandonaba un sitio podía verlo haciéndose cada vez más pequeño a sus ojos. Nunca tenía que decir adiós a aquellos que quería porque por más que se marchase siempre les veía. Del mismo modo, nunca se despedía de aquellos a los que no quería.

Igual que tenía la cara atrás, también tenía las orejas orientadas en dicha dirección. Podía escuchar el pasado más claramente que nadie. Usaba mucho tiempo para analizarlo, así que era un hombre sabio, que aprendía de sus errores y nunca tropezaba dos veces con la misma piedra.

También podía escuchar a la gente hablar de él a sus espaldas. Pese a ser un tipo amistoso, siempre había gente con afán de desmoralizar a los demás. Oír mentiras sobre él le dolía y más aún porque no podía evitar oírlas.

Pese a su peculiaridad, que muchos odiarían poseer, el hombre que cuando iba hacia adelante iba hacia atrás, era feliz. Feliz porque se aceptaba con sus cosas buenas y malas.

Gata

Gata, cierra los ojos mientras me doy la vuelta.

Todo llega

Les veo y me pregunto que porqué yo no.
Les veo y sé que es posible.
¿Pero yo sería capaz?
Si nunca antes lo he sido, ¿ahora podría serlo?
Creo que la gente nunca cambia, por eso no confío ni en mi misma.
Pero esta vez quiero hacerlo, estoy casi segura. Aunque la puta desconfianza a lo desconocido siempre me echa atrás.

Hay un antes y un después.
La gente me da igual, ya es un paso adelante. Pueden mirar si quieren. Para mí sólo son marionetas mudas.
Me queda demasiado por aprender.
"Todo llegará".
Pero lo quiero ya. No es cuestión de tiempo, es necesidad. Necesidad por algo que nunca he tenido y me he dado cuenta que necesito.
"Todo llega" me decían.
Lo sabía, pero tampoco me habían advertido que suele llegar a medias.




"Joder que puta es la vida, que difícil la huida"

La línea (dis)continua.

Me he dado cuenta que no soy una persona que piense mucho en el pasado. Hay recuerdos que ya no recuerdo, que parece que poco a poco hayan ido esfumándose, rebusco en mi mente y no los veo nítidos.

Será que los habré borrado para dejar hueco al presente y al futuro que lentamente se me viene encima.

De sastre y desastre.

Llevaba unas cuantas semanas dándole vueltas y al final me he decidido.

Mi nuevo rincón, mi cajón de sastre y desastre.
Una jaula donde echar a volar mis pensamientos, tonterías y desvaríos varios.

A veces seré yo y a veces jugaré a ser otro, sí, es divertido hacerse pasar por otra persona y mejor aún si es un desconocido.

Bienvenidos.